jueves, 4 de agosto de 2011

Fútbol + Pasión = Argentina

Audiogaleria


Esta es una audiogaleria que trata sobre un viaje realizado a Argentina, Buenos Aires el protagonista de este producto.




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Radiografía de Mico Carlos Mario Gallego alias Tola




“Cuando comencé de caricaturista en El Mundo de Medellín, el director Darío Arizmendi me colgaba una que otra caricatura pero no por censura sino por mala”.

Por Diego Andrés Ospina Abril

Carlos Mario Gallego Arango es un antioqueño de Yolombó, nacido en 1959. Ha dedicado su vida al humor. Desde que estaba muy pequeño, en la letrina de su casa se sentaba a leer los pedazos de periódico que después serían su papel higiénico. Así fue como conoció a Velezefe caricaturista del diario El Colombiano, además a Benitín y Eneas. Él mismo recuerda: - En ese tiempo los inodoros eran unos huecos con sentadero y nos limpiábamos con periódico, en mi caso El Colombiano. Yo prefería las tiras cómicas, y mientras hacía mis necesidades las leía. Me gustaba mucho El reyecito.

Mico, es conocido como Carlos Mario Gallego en El Espectador, diario en el que publica actualmente. Tuvo sus primeros contactos con la caricatura cuando estudiaba en el Liceo Aurelio Mejía, donde se dedicaba en clase de trigonometría a dibujar a sus profesores y compañeros. -Yo dibujaba desde niño…Mis cuadernos escolares eran tan bonitos (la letra, los dibujos) que los maestros me pedían a fin de año que se los regalara. En bachillerato hacía caricaturas de mis compañeros y profesores. Estando en la Universidad de Antioquia estudiando periodismo fundaron El Mundo y mis amigos me animaron a llevar mis dibujos y me contrataron de inmediato.

Cuando ingresó a La Universidad en 1978, se vio influido por los dibujantes más importantes del momento como Ugo Barti, Elkin Obregón, Osuna, entre otros. Rememora Gallego que se dedicó a seguir dibujando pero ahora publicaba junto con otros estudiantes toda clase de dibujos y textos en una cartelera que termino por ser quemado después de que se empezaron a injuriar entre los mismos alumnos. Este sería el primer intento de organización en su carrera teniendo en cuenta que de esta etapa de su vida saldría el grupo humorístico Frivolidad.

Como ya se dijo, el primer periódico en el que trabajó fue El Mundo, publicación antioqueña hecha por jóvenes y que fue vanguardia en el diseño gráfico. Fue cuando inició su matiz político en el dibujo ya que él mismo dice -… no conozco país más politiquero que Colombia. Las noticias más importantes aquí son políticas”. –Este periódico fue una experiencia periodística maravillosa, que reunió el mejor talento periodístico de Antioquia, todos los jóvenes provenientes de las dos facultades que había. Además El Mundo fue el pionero del diseño gráfico en Colombia y jalonó la presentación estética de los demás periódicos, que lo copiaron. Además era un diario liberal en el sentido filosófico… Por eso los empresarios antioqueños, godos todos, no lo quisieron apoyar y se quebró. Ahora languidece. 

En este misma publicación le fue divulgado su primer trabajo, respecto a dicha experiencia él dijo: -Fue mi primera caricatura en El Mundo…El día del lanzamiento hubo caos y la edición salió tarde a la calle y yo hice una caricatura
. Era un recién nacido (el periódico) y el médico que lo sostenía en la mano decía: Todo gran periódico necesita cesárea...Recordemos que fue en el número 2 del periódico y a raíz de que su salida fue traumática.…Darío Arizmendi la publico en portada. Era una bobada, pero oportuna.

En 1985 y ya terminando su carrera universitaria Gallego crea un grupo de caricatura este se asocia en la ciudad de Medellín en torno a la revista Frivolidad, una publicación que consigna en sus páginas las creaciones de humor gráfico que caracterizan a sus asociados. Hacen parte de esta agrupación Sergio Valencia, Guillermo Cardona, Esteban París, Bernardo Cardona, Harold Trujillo “Chócolo”, y Fernando Mora. Aunque la revista Frivolidad tiene una vida fugaz, Carlos Mario Gallego, continúa su trabajo de exploración en el universo de la caricatura y crea el grupo Frivolidad, con Sergio Valencia y Bernardo Cardona. De este grupo surgirá una de las parejas más famosas del humor colombiano: Tola y Maruja. Cuando nace Tola y Maruja, Gallego ya llevaba 4 años publicando sus caricaturas como Mico en El Espectador. El mismo dice refiriéndose a la relación entre sus dibujos y este par de señoras humoristas : -Tola y Maruja son una caricatura de las señoras chismosas.

Otro logro fue ganar el Premio Nacional de Caricatura Simón Bolívar en 1992, por sus dibujos claramente políticos. - Por supuesto haber ganado el premio, fue una maravilla porque nunca había estado en un coctel en que repartieran camarones...Me hospedaron en el hotel Tequendama y me bañé por primera vez en una tina. Entre otras cosas ya va siendo hora de que me lo vuelvan a dar.

- Actualmente escribo la columna dominical de Tola y Maruja en El Espectador los domingos y dibujo una caricatura. Surto la página web, escribo el libreto de Tola y Maruja en El radar y mantengo la cuenta de Twitter de ellas. Quiero agregar que estoy encantado con Twitter y que los estudiantes de periodismo tienen en este medio la oportunidad de practicar los leads.

Sueño con aprovechar la página web www.tolaymaruja.com para hacer algo que me encantaría: crónica, reportaje y entrevistas. Por ejemplo me encantaría ir a Irak o Afganistán y asistir a los espectáculos de humor y escribir sobre eso. Carlos Mario Esto casado y tiene dos hijos: Jasua de 24 años y Juan María de 16 años - ...Juan María nunca ve lo que publico y Jasua lo ve obligado, porque maneja la web de Tola y Maruja...Y opinan que lo hago bien. Opinión no muy creíble viniendo de quienes dependen económicamente de uno. Al preguntarle por sus amigos respondió: - Si menciono algún amigo los otros se sienten y lo mismo pasaría con mis enemigos.

Gallego no solo se dedica a “mamar gallo”, también es un gran conocedor de la caricatura colombiana. -La caricatura es un medio muy poderoso de comunicación…Se dice que una caricatura vale más que un editorial, aunque gana más el editorialista. Como parte del periodismo de opinión me parece que los estudiantes de periodismo deberían cultivar este bello género, aunque es muy mal pagado. Se cuenta que Ricardo Rendón, el gran caricaturista de los años 20, ganaba lo mismo que un congresista…Claro que los congresistas siempre se han rebuscado un dinero extra por fuera. Mico en el prólogo de su libro Lo Mejorcito de Mico no se dedica a jactarse o ensalzarse, por el contrario hace una revisión minuciosa de su relación con otros caricaturistas y como lo han influido. En ese prólogo termina con la siguiente frase: - Como viste, ocioso lector, sé pocón pocón de caricatura… pero me defiendo en chisme .

Beatriz Gonzales nacida en 1938, es una artista pop colombiana, pero que a la vez es la gran biblia en caricatura colombiana. Al preguntarle por Mico, se expresó así: “Es un encanto sabes, el caricaturista ideal, el gran dibujante. Es muy querido, me parece hoy en día el mejor caricaturista que hay, pienso que el dibujo y la astucia, es fruto de una superación. Gallego maneja una parte intelectual que se ve reflejada en lo que para mí es la definición de caricatura: la mezcla que se hace entre el arte y la comunicación”.

“Lo que me gusta de él es que es políticamente incorrecto o sea el toma cosas de la miseria que definen a Colombia como es. Inclusive, con esta línea temática que tiene le gana a Caballero, porque este estratifica un poco. Mico, puede ser a veces como Garzón, o a veces como un escritor humorístico, pero lo que más me gusta es que imprime en sus dibujos lo más profundo de los estratos bajos colombianos”.

Volviendo a Mico. Al referirse a los demás dibujantes que tenemos en nuestro país y sobretodo a las reuniones a las que asisten; tiene como siempre una respuesta humorística.

- Aunque nos tenemos envidia, como en todo gremio, y hablamos mal de nosotros mismos, por lo menos tenemos sentido del humor y no le paramos bolas a eso y compartimos relajados.

- En general los caricaturistas somos buena gente y cuando nos juntamos hablamos de nuestro trabajo, que por supuesto es hablar de la actualidad y chismosear y pasarla chévere. El problema es al momento de pagar la cuenta porque todos somos unos vaciados, pues los periódicos son como los hombres: pagan mal…

Raúl Alameda Ospina “Otro sobreviviente del Bogotazó, quizás uno significativo”




Por Diego Andrés Ospina Abril

Bogotá tiene unos paisajes que son contradictorios, al igual que en el barrio Calatrava ubicado en el norte de la ciudad. En una cuadra se encuentra un ordenado grupo de casas al estilo inglés, con lujosos autos y hasta dos empleadas de servicio por casa y a la siguiente calle hay una montaña a punto de caerse por las decenas de casas de ladrillo con tejas de plástico donde viven mínimo seis personas, la contradicción de esta ciudad no para allí; cerca la avenida Boyacá con Suba se encuentra el hogar de un personaje que vivió El Bogotazo y arengó a las masas a acabar con la opresión de los oligarcas, lo paradójico es que es un hombre sabio, asiduo lector, ciego y vive en una zona que se puede llamar aristocratica.

Una subida empedrada, con matorrales y arboles, adornan el camino de entrada a un lugar nunca imaginado en esta zona de la ciudad. Un portón desvencijado se abre, se asoma Teresa de Alameda y dice:

―Sigan están en su casa.

Una casa de campo se asoma en medio de las calles asfaltadas, el pasto que ya aparecía por debajo de la puerta ahora nos daba paso a una casona de las viejas pero bonitas. Entrar a esa casa es como volver unos años atrás, la sala es un amplio espacio que se localiza a pocos pasos de la entrada allí Juan David Alameda arregla las cortinas y habla con un hombre que está sentado de espaldas, lentamente este hombre se para del sillón y saluda. Su rostro es afable, tiene una boina a cuadros de donde largos pelos blancos salen de ella, así como una esponjosa y abultada barba del mismo color le cubre el rostro, un ojo azul claro solo mira el horizonte y otro café se mueve ágilmente en busca de imágenes, su ropa es elegante pero informal; un abrigo de paño oscuro y debajo un saco de lana, un pantalón muy planchado y unos zapatos de cuero le dan un aire de abuelo sabio. Él Raúl Alameda se desempeña desde 1984 como Secretario Perpetuo de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, es economista de la Universidad Nacional de Colombia, miembro de la Academia Colombiana de Historia y ha escrito libros sobre diversos temas de historia económica, desarrollo, crecimiento y macroeconomía en América Latina.            

De repente tose fuertemente y me invita a sentarme en su sala se acomoda fragilmente pero a la vez con aire de gran señor, más o menos como lo hacen las personas de edad dice:

Cuando se le pregunta por su dificultad para leer dice tranquilamente Maria Teresa de Alameda es quien se toma el trabajo de leerle  dice:

― Maria Teresa de Alameda es quien se toma el trabajo de leerlme cuando lo necesito.

Según el libro Nueva Historia de Colombia. El bogotazo se resume así: La Universidad Nacional desarrollaba en el mes de abril de 1948 un congreso latinoamericano de estudiantes en el cual participaban Fidel Castro y el Che Guevara. Mientras el gobierno y el poder conservador oligárquico estaban dedicados a adornar Bogotá, ya que el secretario de Estado norteamericano George Marshall venía a participar con un comunicado anticomunista en las programadas sesiones de la novena Conferencia Panamericana.

Bogotá había sido limpiada, no solo sus edificios, también los pobres, los indigentes, los vendedores ambulantes, todas las clases sociales bajas se habían esfumado. Además Gaitán había sido excluido de la representación colombiana a la conferencia porque sus ideas democráticas y acordes con el pueblo no podían ser divulgadas en un escenario público oficial. Con su asesinato la violencia en nuestro país dio inicio a una lucha que no ha acabado todavía, el eterno enfrentamiento entre capitalistas representados por el gobierno y los comunistas representados por la guerrilla. La guerra había comenzado en Colombia.  

Estaba Raúl en el edificio Juan XVII que quedaba cerca de la oficina de Jorge Eliecer Gaitán. Él estaba escuchando radio en su sillón, acompañado de compañeros del apartamento. Uno de ellos dormitaba mientras él escuchaba atentamente un boletín de emergencia, el locutor con una voz clara y escandalosa dijo:

―Acaban de abalear al candidato liberal por la presidencia Jorge Eliecer Gaitán mientras daba un discurso, al parecer fue un policia el culpable.

Gaitán, un personaje, un hombre trabajador, inteligente, capaz y de un gran carácter llegó casi a saborear el poder conquistando a cientos de personas con sus discursos ricos en palabras que les llegaban al corazón de las personas, llenos de esperanza y bonanza. Las ilusiones no se hicieron esperar y la gente lo apoyó hasta el día de su muerte. Sus estudios en el exterior lo convirtieron en un abogado muy respetado, y de vuelta a su país ya estaba preparado para luchar.

Raúl se quedó inmóvil por un momento en el sillón, pero paulatinamente su rostro se empezó a enrojecer, se puso en pie y buscó un arma, encontró lo que más se le pareció a una. fue una pata de cabra, instrumento utilizado para sacar los neumaticos en los talleres de mecanica. Raúl salió de su apartamento y vio a sus vecinos de enfrente, unos estudiantes de medicina, corriendo por el pasillo y le dijeron:  

―Vamos Raúl, vamos a matar policías, fueron ellos, los conservadores les pagaron para que lo mataran.
Raul embravecido se fue a matar al primer policía que viera. Cuando estaba a una esquina del edificio donde vive y vio un policía con su uniforme azul de paño, el sombrero y la placa de metal reluciente, una furia invadió Raúl y se abalanzó contra el oficial para ajusticiarlo, este último al ver su muerte tan cerca y darse cuenta del hombre enardecido decidió quitarse la insignia y se la ofreció diciéndole:

― Los dos sabemos que los conservadores lo querían muerto, me uno uno a usted para buscar a los asesinos.

Raúl se dio cuenta que era cierto lo que le decían y solo sigue hacia el lugar donde Gaitán había sido abaleado. Algunas personas en sus casas estaban pendientes de las posibles noticias que podrían ocurrir en esos instantes.

Al llegar al sitio este  es un caos completo y la muchedumbre tenía ya arrinconado a Roa Sierra frente a una droguería y el hombre asustado dijo:

― ¡Abran, abran la puerta!

Pero lo gente no hacía caso. Raúl pensaba que lo mejor es que hubiera un juicio, un hombre no se puede linchar sin que se le juzgue primero. Roa Sierra resolvió ingresar en la droguería y le rogó al dueño para que cerrara las puertas blancas de hierro de las afueras del local.

Las personas embravecidas golpeaban tanto el local y gritaban al dueño diciéndole que también era cómplice, que el señor abrió las puertas y soltó la presa a la jauría. En ese momento Raúl supo que no había nada qué hacer por ese hombre. Es más él comenta que por tratar de aplicar justicia correctamente casi termina muerto también.

Raul en ese momento fue invadido por una rabia ciega que le indujo a liderar la primera marcha que se haría hacia el Palacio de Nariño, lo gracioso es que despues de unos metros, opto por salirse de la marcha, montarse en un bus y apropiarse de este con fines revolucionarios.

Edificios en llamas, casas destruidas, gente corriendo por todas partes, unos huyendo, otros haciendo de las suyas. La ciudad de Bogotá fue testigo de actos irracionales, la violencia se sumó con más violencia y seguramente lo menos que quería Gaitán era que se presentaran estos hechos que dejaron huellas imborrables en las personas que estaban presentes y que siguen viviendo aún para relatar su propia historia.

Cuando llego a las cercanías de la emisora, algunos desordenes ya habían dejado destrozos a lo largo y ancho del centro de la ciudad, mientras estaba dentro del bus sus compañeros se fuerón bajando, con la excusa de que seguramente ya estaría militarizado el sitio, ya que a pocos metros se encontraba un puesto militar.

Sorprendentemente no había ningun militar en la entrada de la emisora. En la puerta del edificio Raul dijo:

― Esta emisora ahora está en manos de la revolución
hubó alguien que le respondió:

― ¿Usted que cree, que usted solo puede venir a hacer la revolución acá?

El caso es que termino ingresando, quedo solo ante la radio, con las consolas funcionando, no sabía que hacer, hasta que resolvió hablar:

― Aló, aló. Fuerzas liberales izquierdistas de Colombia: se han levantado todas las divisiones de la policía en la capital de la república a favor del movimiento revolucionario…

Al oir disturbios en las afueras del sitio increpó:

― oigan las balas asesinas del régimen.

Y efectivamente se escuchaban los tiroteos en el exterior del recinto.

Raúl solo veía al igual que los miles de colombianos que destruyeron Bogotá, una salida violenta, durante su estancia en la Radiodifusora Nacional, junto a los compañeros que después llegaron se dedico a incitar a las masas.

Raúl mismo sentado en el sillón de vuelta a la sala, después de haber revivido toda la historia de uno de los días fatídicos en la historia de Colombia, su expresión ahora es pensativa, se queda al menos dos minutos pensando sin hablar, su esposa que sin que nos hubiéramos dado cuenta se acomodó en el espaldar del sillón donde estaba él, después de haber repasado el hecho que quizá cambio le rumbo de una nación. Raúl solo dice:

  ― Bueno, vamos a comer algo; que Teresa les preparó.

Raúl cansado, sale de su ensimismamiento, se quita la boina, la pone sobre una mesa, se levanta suavemente, me mira con el único ojo que tiene bueno. Y yo solo pienso tres días de protesta, desenfrenados y desbordados de adrenalina, en los que la malicia colombiana, dejó ver su furia. Y que nos quedo de resultado… incendios, destrucción, desorden, más humillación para los que protestaron y quedaron vivos, dolor y una sensación de vacío con la que suspiró la calle, con una calma asesina y devoradora de almas.






Homenaje a un economista, dedicado a la academia y claro referente de izquierda.
Siempre saludo igual a un ministro que a un lustra botas.
En el cielo te jalaré las barbas de nuevo… 

Segunda Parte ¿Que pasa papá?

En la segunda entrega de este chiste, de esta blasfemia a la televisión, me encuentro yo exponiendo ciertas dificultades de realización y a mi mismo, disfrutenlo, odienlo pero veanlo.

Programa Piloto ¿que pasa papá?

Esta primera entrega como bien se daran cuenta no tiene mucho de serio, creo que no tiene nada de serio, la idea esta allí expresa. es cuestión de hacer un programa con contenidos bastante peculiares